Nuestra Patrona

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SOLEMNIDAD DE LA ASUNCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA

La Asunción de la Virgen María es una celebración religiosa que conmemora el día en que el cuerpo y alma de María fueron glorificados y llevados al cielo después de su muerte.

La primera referencia oficial a la Asunción se encuentra en la liturgia oriental desde el siglo IV cuando celebraban la fiesta de El Recuerdo de María que conmemoraba su entrada al Cielo, en el siglo VI esta fiesta empezó a ser conocida como la Dormición de María que celebraba el fin de la vida terrena y la asunción de María al Cielo.  En el siglo VII el nombre cambio a Asunción.

En 1849 llegaron las primeras peticiones a la Santa Sede de parte de los obispos para que la Asunción se declarara como doctrina de fe; estas peticiones aumentaron conforme pasaron los años. Cuando el papa Pío XII consultó al episcopado en 1946 por medio de la carta Deiparae Virginis Mariae, la afirmación de que fuera declarada dogma fue casi unánime.

Basado en la tradición de la Iglesia católica, tomando en cuenta los testimonios de la liturgia, la creencia de los fieles guiados por sus pastores, los testimonios de los Padres y Doctores de la Iglesia y con el consenso de los obispos del mundo, declaraba como dogma de fe la Asunción de la Virgen María.

La fiesta de la Asunción, es celebrada en todo el mundo. Es celebrar la vida. Es agradecer la vida que tenemos y es proclamar que con la ayuda de Dios la mentira es vencida con la verdad, el egoísmo con la solidaridad, el odio con el amor, la injusticia con la justicia. Eso es decir hoy, ¡Salve, Señora de la Asunción!

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